Existen diferentes tipos de acabados que pueden ser adecuados o no para una superficie en particular y una funcionalidad específica. Nosotros te explicaremos los diferentes tipos!

Acabado mate
La pintura mate posee la particularidad de no tener brillo, puesto que no refleja la luz y es totalmente uniforme. Esto la convierte en una de las opciones de pintura más utilizada para aplicar en superficies amplias como techos o paredes en las cuales se quieren disimular imperfecciones, puesto que este producto las camufla. Es ideal para aplicar sobre superficies con pocas probabilidades de mancharse o que requieren poca cura, puesto que tiende a ensuciarse con facilidad y puede dificultar la limpieza.

Acabado satinado
La pintura satinada aporta una apariencia sedosa y destaca por su resistencia. El acabado satinado ofrece una gran versatilidad, puesto que aporta cierto brillo a las paredes de habitaciones. En el caso de tratarse de una estancia con poca luz natural, el acabado satinado ayuda al hecho que esta se refleje algo más, lo cual permite aprovecharla mejor. Además este tipo de pintura es muy fácil de limpiar.

Acabado brillante
El acabado brillante destaca por el brillo que genera en las superficies, esto hace que tenga que emplearse con moderación para evitar la saturación. En general, el acabado brillante se utiliza para destacar o crear contrastes. Esta pintura se utiliza mucho en superficies de madera y es ideal para crear efectos decorativos.

Acabado aterciopelado
Genera una textura diferente y original en las superficies, puesto que ofrece un leve resplandor, brindando sensación de armonía y calidez en los espacios. Este pequeño y sutil brillo convierte a las pinturas aterciopeladas en una opción versátil y elegante para cualquier tipo de superficie, porque aporta personalidad y distinción a las paredes.
Otra ventaja es que ofrece posibilidades de limpieza fácil y efectiva, lo cual permite ser utilizada en todos los ambientes del hogar.